"Un agresivo mar de lava; un desolado universo de agrestes montañas que se elevaban hasta donde alcanzaba la vista, con tan distintas tonalidades de color en las rocas, pasando del negro al ocre, y del amarillo intenso al magenta, que cabría imaginar que quien lo pintó debió de pasar largas jornadas mezclando colores hasta conseguir una infinita gama de matices sin necesidad de tener que recurrier a los azules, los blancos o los verdes."